Como la evolución de la pandemia vuelve a ser negativa y nos acercamos peligrosamente a repetir los números de aquellos meses de marzo y abril, prácticamente todas las comunidades autónomas han tomado medidas restrictivas, medidas que, en el caso de Andalucía y la Junta, afectan muy directamente a la ciudad de Jerez.
La Junta ha ordenado por un lado el cierre perimetral de Andalucía, lo que significa que nadie podrá salir de la comunidad o entrar sin causa justificada o de fuerza mayor, al menos hasta el 9 de noviembre que se estudie de nuevo la situación. Del mismo modo y dentro del territorio andaluz se cierran perimetralmente las provincias (y por ende sus municipios) de Sevilla, Granada y Jaén, así como también distintos distritos sanitarios, entre ellos el de Jerez.
Así las cosas, los ciudadanos de Jerez y su distrito sanitario, que comprende las localidades de Chipiona, Rota, Sanlúcar de Barrameda y Trebujena, no podrán salir del término municipal salvo que, obviamente, esté justificado, como por ejemplo motivos laborales. A este cierre también hay que unir a las localidades de la Sierra de Cádiz.
Ojo, que esto no significa que tengamos que estar encerrados en casa como estuvimos durante marzo y abril. Los ciudadanos podrán moverse libremente y los colegios e institutos, bares y comercios, etcétera … siguen abiertos con normalidad, aunque en estos tiempos la «normalidad» sea tan diferente de la que estábamos acostumbrados y todo tenga sus restricciones. Si bien, la recomendación es que si no es necesario eviten realizar este tipo de actividades, una especie de confinamiento voluntario con el que se pretende evitar la propagación del virus.
La única restricción al respecto de esa movilidad dentro de la propia ciudad es el toque de queda nocturno, que la Junta de Andalucía ha decidido mantener en todo su territorio a partir de las 23:00 horas y hasta las 06:00 horas. Así que, como decíamos antes, podrás moverte por tu ciudad libremente aunque a partir de las 23:00 horas deberás estar en tu domicilio siempre y cuando no te haya quedado más remedio, por una de las excepciones que recoge el estado de alarma.